Los Evangelios no nos dan muchos detalles sobre la crucifixión de Jesús. Pero gracias al trabajo de científicos, historiadores y arqueólogos, cada vez se conoce más información.
Tortura lenta y agonizante
Los romanos no inventaron la crucifixión, pero sin duda la perfeccionaron. Este método de ejecución estaba destinado a humillar a la víctima, infligiéndole un dolor y un sufrimiento lentos y agonizantes. La crucifixión se reservaba a los esclavos, los extranjeros, los rebeldes y los acusados de los peores crímenes.
En la Sábana Santa de Turín hay tres heridas de crucifixión: dos pies perforados y una muñeca izquierda perforada. La mano izquierda cubre la derecha, pero la sangre de la muñeca derecha es visible.
Clavos en las muñecas
Las pinturas tradicionales de Jesús en la cruz muestran sus manos clavadas en las palmas. Pero esto es anatómicamente imposible. El peso del cuerpo habría arrancado las manos de la cruz.
Sin embargo, hay un pequeño punto en la muñeca humana donde se puede clavar un clavo sin romper ningún hueso. Rodeado de hueso, este clavo podría soportar el peso de un cuerpo en la cruz. Y esto es precisamente lo que se encuentra en la Sábana Santa. Las heridas de los clavos atraviesan la muñeca en lugar de las palmas.
Los pies se clavaban en la cruz individualmente o juntos con un clavo en ambos. Para sujetar los pies, se doblaban las rodillas y se giraban las piernas hacia los lados. La Sábana Santa presenta una huella ensangrentada en la que el pie derecho se colocó plano sobre la tela de lino, y el pie izquierdo, que aún sangraba, se colocó encima.
Causa de la Muerte en la Cruz
La mayoría de las víctimas de la crucifixión murieron asfixiadas, sin fuerzas para respirar.
Una vez clavadas en la cruz, las víctimas eran obligadas a respirar alternando entre dos posiciones en la cruz
- Abajo: El peso del cuerpo colgado empuja el cuerpo hacia delante, comprimiendo los pulmones y cortando el aire.
- Hacia arriba: Para exhalar, la víctima crucificada tenía que empujar hacia arriba sobre sus pies clavados y flexionar los hombros, para tirar hacia arriba. Cada respiración sería agonizante y agotadora.
Los científicos saben que el hombre de la Sábana Santa alternaba su cuerpo entre estas dos posiciones porque la sangre fluye de sus muñecas en dos direcciones.
La Muerte de Jesús: ¿Una causa diferente?
Cuando Jesús fue clavado en la cruz, había sido duramente golpeado y había caído varias veces con el pesado travesaño sobre su espalda. Esto hizo que se acumulara líquido alrededor de su corazón, dificultando su bombeo. Finalmente, su corazón pudo haberse roto, provocándole una muerte súbita.
En esencia, Jesús murió por un corazón roto.
Sin piernas rotas
A veces, los romanos aceleraban la muerte de una víctima rompiéndole las piernas con un mazo. Esto impedía que la víctima hiciera fuerza para respirar, por lo que moría a los pocos minutos.
Pero en la Sábana Santa no hay evidencia de piernas rotas. El Evangelio de Juan relata que, cuando los soldados se acercaron a Jesús, vieron que ya estaba muerto, por lo que no le rompieron las piernas.
Para llevar
El Evangelio de Juan relata que, cuando los soldados se acercaron a Jesús, vieron que ya estaba muerto, por lo que no le rompieron las piernas. ¿Por qué fue importante para Juan añadir este detalle a su relato de la crucifixión de Jesús?